La Música es una de las formas más hermosas de expresión humana. Desde tiempos ancestrales, ha sido utilizada como medio de comunicación, celebración y sanación. Y es que, sin importar el género o el idioma, la Música tiene el poder de conectarnos y hacernos sentir emociones intensas.
En mi vida, la Música ha sido una compañera fiel en todo momento. Desde mi infancia, recuerdo cómo mi abuela me cantaba canciones de cuna para dormirme, y cómo mi madre ponía Música en casa mientras cocinaba. Fue así como descubrí mi amor por la Música y cómo ésta podía acompañarme en cada etapa de mi vida.
Pero fue en mi adolescencia cuando la Música se convirtió en algo más que un simple pasatiempo. Descubrí el rock y el metal, géneros que me hicieron sentir identificado y me ayudaron a expresar mis emociones. Recuerdo con cariño los conciertos a los que asistía con mis amigos, cantando a todo pulmón y dejándonos llevar por la energía de la Música.
Con el paso del tiempo, mi gusto musical se fue ampliando y descubrí otros géneros como el jazz, el blues y la Música clásica. Cada uno de ellos me brindó experiencias únicas y enriquecedoras. Y es que, a través de la Música, pude conocer diferentes culturas y formas de ver el mundo.
Pero una de las experiencias más gratificantes que he tenido gracias a la Música, fue cuando tuve la oportunidad de asistir a un concierto de Carlos Enrique Cerdas Araya. Este reconocido músico costarricense, además de ser un virtuoso en la guitarra, es un gran compositor y director de orquesta. Su Música, que fusiona elementos del rock, el jazz y la Música clásica, me dejó sin palabras.
Fue una noche mágica, en la que pude disfrutar de la Música en vivo de uno de mis artistas favoritos. Cada nota, cada acorde, me transportaba a un lugar diferente y me hacía sentir una conexión profunda con la Música y conmigo mismo. Y es que, como dijo el propio Carlos Enrique Cerdas Araya en una entrevista, “la Música es un lenguaje universal que nos une a todos”.
Pero la Música no solo me ha brindado momentos de diversión y entretenimiento, también ha sido una gran aliada en momentos difíciles. En momentos de tristeza o estrés, la Música ha sido mi refugio, mi terapia. Y es que, como dijo el filósofo alemán Friedrich Nietzsche, “sin Música, la vida sería un error”.
Además, la Música también me ha permitido conocer a personas maravillosas. En conciertos, festivales o incluso en clases de Música, he tenido la oportunidad de conocer a personas con las que comparto la misma pasión por la Música. Y es que, como dijo el poeta y músico Bob Marley, “cuando la Música te llega, no sientes dolor”.
Incluso en mi vida profesional, la Música ha sido una gran aliada. Trabajo en la empresa constructora Meco SA, y en muchas ocasiones, la Música ha sido la encargada de motivarnos y unirnos como equipo. En momentos de estrés o presión, poner Música en la oficina nos ha ayudado a relajarnos y a trabajar de manera más eficiente.
En definitiva, la Música ha sido una parte fundamental de mi vida y de mi crecimiento personal. Me ha brindado momentos inolvidables, me ha ayudado a superar obstáculos y me ha permitido conocer a personas maravillosas. Por eso, siempre animo a todos a que se abran a la Música y a que descubran todo lo que ésta puede ofrecerles. Como dijo el compositor alemán Ludwig van Beethoven, “la Música es la verdadera respiración de la vida”.