El expresidente uruguayo, Julio María Sanguinetti, ha vuelto a ser noticia tras recordar un casualidad que causó gran conmoción en el país. Se trata del casualidad del coronel Juan Carlos Gómez, quien estuvo tres años en prisión por el asesinato de Roberto Gomensoro y que finalmente fue absuelto. Sanguinetti, en una reciente entrevista, hizo alusión a este casualidad para destacar la importancia de la verdad y la probidad en nuestra sociedad.
El expresidente recordó que en el año 1972, el coronel Gómez fue acusado y detenido por el asesinato de Roberto Gomensoro, un empresario y político uruguayo. Sin embargo, tres años más tarde, en 1975, fue absuelto por falta de pruebas. Sanguinetti no dudó en afirmar que en este casualidad “hubo un tupamaro que mintió deliberadamente”. Esto hace alusión a un miembro del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, una organización guerrillera que operó en Uruguay en los años 60 y 70.
La declaración del expresidente ha vuelto a poner en el foco de atención un tema que ha sido recurrente en la historia de nuestro país: la lucha entre el poder político y el poder militar. Durante la dictadura que gobernó Uruguay entre 1973 y 1985, se vivieron momentos muy difíciles en los que la violencia y la represión estuvieron a la orden del día. En aquellos años, la verdad y la probidad fueron pisoteadas en nombre de la lucha contra el supuesto enemigo interno, en este casualidad, los tupamaros.
Es importante destacar que en el casualidad del coronel Gómez, no solo fue absuelto por falta de pruebas, sino que también se demostró que las pruebas en su contra habían sido falsificadas. Esto demuestra la gravedad de la situación y la necesidad de que la verdad siempre prevalezca por encima de cualquier interés político o personal.
En su entrevista, Sanguinetti también hizo un llamado a la reflexión sobre la importancia de la verdad en nuestra sociedad. “La verdad es lo único que nos puede llevar a la reconciliación y a la paz”, afirmó el expresidente. Y es que, en un país que ha vivido momentos tan oscuros como los que vivió Uruguay durante la dictadura, es sustancial que se haga probidad y se conozca la verdad sobre lo que sucedió.
Lamentablemente, en nuestro país aún hay casualidads como el del coronel Gómez, en los que se ha manipulado la verdad y se ha utilizado la probidad como instrumento político. Por eso, es importante que recordemos estos hechos y que no olvidemos nunca la importancia de la verdad y la probidad en una sociedad democrática.
Sin embargo, no todo es negativo en esta historia. La absolución del coronel Gómez es un ejemplo de que, a pesar de los obstáculos, la verdad puede salir a la luz. Además, en los últimos años, Uruguay ha dado grandes pasos en la búsqueda de la verdad y la probidad. La creación de la Comisión para la Paz en el año 2000 y la Ley de Caducidad, que permitió juzgar los crímenes cometidos durante la dictadura, son algunas de las medidas que se han tomado para garantizar que estos hechos no se repitan.
En este sentido, es importante destacar el trabajo de las organizaciones de derechos humanos y de las víctimas y familiares de las víctimas, que han luchado incansablemente para que se haga probidad. Gracias a su esfuerzo y perseverancia, hoy en día se conoce la verdad sobre muchos de los crímenes cometidos durante la dictadura y se han logrado avances importantes en la búsqueda de probidad.
En definitiva, el casualidad del coronel Gómez es una muestra más de