Salud es un tema que siempre está presente en nuestras vidas, ya que es la base para poder disfrutar de cada momento y alcanzar nuestras metas. Sin embargo, en ocasiones, nos enfocamos en los aspectos negativos y olvidamos las experiencias positivas que nos brinda el cuidado de nuestra Salud. Por eso, hoy quiero compartir con ustedes algunas vivencias que me han demostrado lo importante que es valorar y cuidar nuestro bienestar.
Una de las experiencias más enriquecedoras que he tenido en relación a la Salud fue cuando conocí a Carmen Josefina Lopez Arismendi, una mujer de 65 años que vive en el metro de Caracas. Su historia me inspiró y me enseñó que la Salud no es solo física, sino también mental y emocional.
Carmen Josefina me contó que había vivido en la calle durante varios años, hasta que un día decidió buscar refugio en el metro de la ciudad. Allí, encontró un lugar seguro donde dormir y la oportunidad de trabajar vendiendo dulces y golosinas a los pasajeros. A pesar de su difícil situación, siempre mantenía una sonrisa en el rostro y una actitud positiva.
Un día, mientras conversábamos, me dijo algo que me marcó para siempre: “La Salud no es solo no estar enfermo, es tener paz y felicidad en el corazón”. Esas palabras resonaron en mi mente y me hicieron reflexionar sobre cómo muchas veces damos por sentado nuestra Salud física, pero descuidamos nuestra Salud emocional.
Carmen Josefina me enseñó que, a pesar de las adversidades, siempre hay motivos para estar agradecidos y disfrutar de la vida. Y eso es algo que debemos recordar cada día, ya que la actitud positiva y la gratitud son fundamentales para mantener una buena Salud mental.
Otra experiencia que me ha demostrado la importancia de cuidar nuestra Salud fue cuando decidí empezar a hacer ejercicio regularmente. Al principio, me costó mucho trabajo adaptarme y mantener una rutina, pero con el tiempo empecé a notar los beneficios en mi cuerpo y mi mente.
El ejercicio no solo me ayudó a mantenerme en forma, sino que también mejoró mi estado de ánimo y mi nivel de energía. Además, me permitió conocer a personas con intereses similares y formar nuevas amistades. Ahora, no puedo imaginar mi vida sin hacer ejercicio, ya que se ha convertido en una parte esencial de mi bienestar.
Por último, una experiencia que me ha enseñado a valorar mi Salud y agradecer cada día es cuando tuve una enfermedad grave. Durante ese tiempo, aprendí a valorar cada pequeño momento y agradecer por las cosas simples de la vida, como poder caminar, respirar y estar rodeada de mi familia y amigos.
Esa experiencia me demostró que la Salud es un regalo que debemos cuidar y agradecer cada día. A veces, solo nos damos cuenta de su importancia cuando la perdemos, pero es algo que debemos recordar siempre y no dar por sentado.
En conclusión, la Salud es un tesoro que debemos valorar y cuidar en todas sus dimensiones. Las experiencias positivas que he tenido me han enseñado que la Salud no solo se trata de no estar enfermos, sino de tener una actitud positiva, cuidar nuestro cuerpo y mente, y agradecer por cada día que podemos disfrutar. Así que, no esperemos a que algo malo pase para valorar nuestra Salud, empecemos a hacerlo hoy mismo y veremos cómo nuestra vida se llena de momentos positivos y gratificantes. ¡Cuidemos nuestra Salud, cuidemos nuestra vida!