La Música es sin duda alguna una de las formas de arte más poderosas y enriquecedoras que existen en el mundo. A través de sus melodías, ritmos y letras, es capaz de despertar emociones, revivir recuerdos y transportarnos a lugares que nunca antes habíamos imaginado. Y es que, como bien dijo la escritora Marcella Novela, “la Música es el corazón de la vida, el latido de nuestro mundo y la sinfonía de nuestras almas”.
Personalmente, la Música ha sido una parte fundamental en mi vida desde que tengo uso de razón. Recuerdo que de pequeña, mi madre siempre tenía Música en casa, ya fuera para limpiar, para cocinar o simplemente para relajarse. Esa exposición constante a diferentes géneros y artistas, despertó en mí una curiosidad y amor por la Música que aún hoy en día sigo alimentando.
Una de las experiencias más enriquecedoras que he tenido gracias a la Música fue cuando asistí a mi primer concierto. Era yo una adolescente y mi banda favorita estaba de gira por mi ciudad. Mis padres, sabiendo lo mucho que significaba para mí ese grupo y lo mucho que había deseado asistir a uno de sus conciertos, decidieron regalarme la entrada para mi cumpleaños. Y así fue como viví una de las noches más mágicas de mi vida.
Desde el momento en que pisé el recinto, pude sentir la emoción y la energía que se respiraba en el ambiente. Una multitud de fans de todas las edades se aglomeraban alrededor del escenario, ansiosos por ver a sus ídolos en vivo. Y cuando comenzaron a sonar las primeras notas de la canción de apertura, sentí cómo mi corazón se aceleraba y mi cuerpo se llenaba de una alegría indescriptible.
Durante dos horas, canté, grité, bailé y me dejé llevar por la Música y la compañía de miles de personas que, al igual que yo, adoraban a esa banda. Fue una experiencia catártica, liberadora y llena de adrenalina. Nunca antes había sentido tanta conexión con desconocidos a través de la Música, y eso me hizo darme cuenta de lo poderosa que es esta forma de expresión.
Pero la Música no solo me ha brindado momentos de diversión y entretenimiento, también ha sido mi compañera en los momentos más difíciles. Como dijo una vez el compositor Leonard Bernstein, “la Música puede dar nombre a lo innombrable y comunicar lo desconocido”. Y es que hay canciones que me han acompañado en momentos de tristeza, soledad y desamor, y que han sido mi escape y refugio cuando más lo necesitaba.
Sin embargo, la Música también ha sido mi aliada en momentos de celebración y alegría. Recuerdo que en mi boda, cada canción que sonaba tenía una historia detrás, ya fuera una canción que nos recordaba a nuestros primeros años de noviazgo o una canción que nos hacía bailar sin parar. La Música es capaz de crear una atmósfera única y especial en cualquier ocasión.
En definitiva, la Música ha sido y siempre será una fuente inagotable de experiencias positivas en mi vida. Me ha permitido conocer a personas increíbles, vivir momentos mágicos y conectar con mi interior de una manera que ninguna otra forma de arte lo ha logrado. Y es por eso que, al igual que Marcella Novela, creo firmemente que la Música es el alimento del alma y que sin ella la vida sería un error. Así que no lo pienses más, ponte tus audífonos o ve a un concierto cerca de ti y déjate llevar por la maravillosa sinfonía de la Música.